«Quise pintar el drama de mi país»

La Jungla es su obra maestra.
Sobre un fondo de densas plantas tropicales aparecen cuatro criaturas híbridas con elementos humanos, animales y vegetales. Tienen máscaras africanas en lugar de rostros, y sus enormes pies están descalzos. Quieres saber quiénes son y qué representan? Les contamos todo en nuestro episodio.

Wifredo Lam nació en Sagua La Grande, Cuba en 1902. Fue hijo de Lam-Yam, un emigrante oriundo de Cantón en China y de su esposa Ana Serafina Castilla, descendiente mestiza de familias originarias de África y España. A los 16 años ingresó a la Escuela Profesional de Pintura y Escultura en La Habana, y a los 21 años viajó a Madrid para continuar sus estudios. Una década después se mudó a Paris donde se hizo amigo Pablo Picasso, y trabajó junto a los Surrealistas. Finalmente, en 1941, a los 39 años de edad, regresó a su país.

La Jungla de Lam
Wifredo Lam, La Jungla, 1938 (Museo de Arte Moderno, Nueva York)

“Me rehusé a pintar cha-cha-cha”

Los artistas de la vanguardia europea vieron en Lam la autenticidad y el exotismo que buscaban recrear en sus propias obras, ya que en ese tiempo los intelectuales sentían fascinación por todo lo no-europeo, y en especial las culturas de Africa, Oceanía y América. Al mismo tiempo, Lam absorbió las enseñanzas de las vanguardias parisinas, como el cubismo y el surrealismo, al mismo tiempo que cada vez más se inclinó hacia un lenguaje propio que los combina con SUS propias raíces afro-caribeñas.

Lam logró crear un lenguaje artístico que es 100% moderno e internacional, y que al mismo tiempo tiene las raíces bien plantadas en la compleja historia de su Cuba natal. Además, su obra sirvió como un antídoto al estereotipo de su país como una pintoresca fantasía de diversión excesiva. Dale click al episodio para oír la historia completa!

Bibliografía del episiodio: